Rolex Oyster Perpetual Land-Dweller 36 en oro Everose de 18 quilates.
C on el Oyster Perpetual Land-Dweller, Rolex inaugura un nuevo capítulo de su historia reinventando el presente para escribir el futuro. Este reloj contemporáneo representa el punto culminante del savoir-faire de la marca al día de hoy, resultado de más de un siglo de maestría relojera. Está pensado para aquellos hombres y mujeres que ocupan su lugar en el mundo y erigen su propio destino transformando cada instante en una nueva oportunidad. Provisto de un brazalete que se integra armoniosamente en la caja hasta fundirse con ella, este reloj de diseño minimalista incorpora un calibre revolucionario. El movimiento, con un escape de arquitectura innovadora y un oscilador inédito, ha sido ideado para moverse a la elevada frecuencia de 5 Hz y ofrecer un desempeño óptimo en cualquier situación. El Land-Dweller es objeto de nada menos que 32 patentes y solicitudes de patente, de las que 18 son exclusivas de este reloj. El Land-Dweller, portador de numerosos logros relojeros y concebido por aquellas y aquellos que contribuyen a diseñar el futuro de la relojería, es el reloj de quienes construyen hoy el mundo del mañana.
El Land-Dweller está equipado con el calibre 7135, un movimiento de cuerda automática vanguardista. Íntegramente desarrollado y manufacturado por Rolex, incorpora grandes innovaciones que lo han hecho objeto de 16 solicitudes de patente. Más delgado que la mayoría de los movimientos Rolex, ofrece, no obstante, unas prestaciones extraordinarias. El escape Dynapulse, un escape revolucionario –la innovación más significativa del calibre 7135– constituye una alternativa revolucionaria al tradicional escape de áncora suizo. Gracias a este nuevo escape de distribución secuencial, que cuenta con siete solicitudes de patente, la transmisión de energía se efectúa por rodamiento. Una rueda de transmisión, conectada con el barrilete, mueve dos ruedas de distribución con un particular diseño. Estas, a su vez, activan una báscula de impulsión que mantiene las oscilaciones del volante. Compuesto en su mayoría por piezas de silicio y con una arquitectura innovadora, el escape Dynapulse presenta numerosas ventajas: sus componentes son muy ligeros, es prácticamente insensible a los campos magnéticos y ofrece un rendimiento energético claramente superior al de un escape clásico. Gracias a los materiales usados para la fabricación de sus componentes, el oscilador del calibre 7135 es resistente a los campos magnéticos de alta intensidad. Está dotado, además, de un volante de latón optimizado y de un eje de volante cuyo material y fabricación han supuesto un auténtico reto. Y es que este eje patentado está fabricado en una nueva cerámica de alta tecnología, exclusiva de Rolex y esculpida con láser (una primicia para la marca). Situados en ambos extremos de este eje, los amortiguadores de golpes Paraflex optimizados confieren al movimiento una mayor resistencia a los golpes en cualquier posición. Dotado de una espiral Syloxi de silicio, el oscilador se mueve a un ritmo constante de 36 000 alternancias por hora, es decir, una frecuencia de 5 Hz que proporciona la medida del tiempo con una exactitud de décimas de segundo. Esta cadencia permite que el reloj mantenga su precisión cronométrica sin que se vea alterada por las actividades o los movimientos del brazo de quien lo luce en la muñeca. Aunque una frecuencia elevada requiere mayor energía, el calibre 7135 garantiza, por medio del escape Dynapulse, una cómoda reserva de marcha de aproximadamente 66 horas. A mayores de sus excepcionales prestaciones, el calibre 7135 presenta una estética especialmente cuidada. El fondo transparente permite admirar el brillo de la masa oscilante en oro amarillo y la delicadeza de la decoración Côtes de Genève Rolex que lucen los puentes.
Rolex Oyster Perpetual Land-Dweller 40 versión Rolesor Blanco.
El Land-Dweller reinterpreta, con un espíritu resueltamente moderno, el diseño de los denominados relojes con brazalete integrado. Dicho diseño, que se empezó a explorar ya en 1969 con el Rolex Quartz, o en 1974 en un Datejust con movimiento automático, se diferencia por una unión estética fluida y continua entre el brazalete y la caja, lo que crea una perfecta coherencia entre sus formas. Una armonía visual que se nutre de la audacia estética más contemporánea y plantea nuevas perspectivas. El Land-Dweller, que luce una esfera muy gráfica con motivo «nido de abeja», inspirado en la naturaleza, se propone en dos tamaños: 36 mm y 40 mm de diámetro. Está disponible en una versión Rolesor blanco, en oro Everose de 18 quilates –ambas con esfera blanco intenso– y en platino 950 con esfera azul glaciar.
Rolex Oyster Perpetual Land-Dweller 40 platino 950.
Un brazalete que parece fundirse con la caja: la concepción de este nuevo reloj se basa en la continuidad entre estos dos elementos externos del reloj. Las líneas de la caja Oyster, especialmente fina y rediseñada por completo, se prolongan hasta que se atisba la silueta de un nuevo brazalete: el Flat Jubilee. La fluidez del conjunto se acentúa mediante el juego de acabados (satinado técnico y pulido). Por su parte, el chaflán pulido que lucen las aristas superiores del brazalete y de la caja crea un luminoso halo en torno a la muñeca. La identidad del Land-Dweller se revela en todo su esplendor observando los detalles de su esfera, rostro del reloj. Está rodeada por un realce inclinado y luce un patrón geométrico en forma de panal, un motivo «nido de abeja» que presenta un sutil relieve. En las modalidades que cuentan con visualización Chromalight, los números abiertos y los índices son luminiscentes, lo que facilita una legibilidad óptima en cualquier circunstancia. Las agujas, también luminiscentes, han sido especialmente diseñadas para el reloj. Elegante y técnico, minimalista y contemporáneo: el Land-Dweller revela una personalidad universal que permite llevarlo en cualquier ocasión.
