Laura García, Directora y Editora
S e fue el año 2022, que luego de algunas frustraciones y dificultades, nos recompensó al concretarse en el mes de septiembre mi tan deseado regreso a Suiza luego de 3 años y medio. Así el 2022, quedará para siempre en mi memoria como el año de mi vuelta a Suiza luego de la pandemia, como el año de los reencuentros con los grandes amigos y amigas que esta generosa industria relojera suiza me regaló a lo largo de nuestra historia. El año de los hallazgos y descubrimientos, de conocer gente interesante, de viajar nuevamente en tren todos los días, para atravesar, por ejemplo, la bellísima región del Jura con sus mágicos colores otoñales, recorriendo las pequeñas y medianas empresas familiares independientes que por suerte aún quedan. También tuve la oportunidad de volver, tras muchos años, a compañías importantes y rememorar un poco la trayectoria de algunas marcas.
Enorme alegría me generó recientemente la noticia de que Tissot había regalado a la ciudad de la Chaux-de-Fonds –verdadera metrópolis relojera– una majestuosa obra de arte en forma de reloj en la Place de la Gare, es decir en la plaza frente a su estación de trenes, esa estación que tantas veces atravecé... Es que la Chaux-de-Fonds es un verdadero centro relojero estratégico, que alberga no solamente a algunas de las más sobresalientes manufacturas relojeras, sino también una densa red de subcontratistas y numerosas fábricas de cuadrantes, esferas, agujas, sertissage (engastado), etc. Por todo esto no es casual que el corazón de esta rica industria, como son las ciudades de la Chaux-de-Fonds y Le Locle, hayan sido declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO hace algunos años. Y por supuesto, no puedo dejar de mencionar la ciudad de Biel-Bienne – verdadera cuna relojera, sede de las principales marcas y grupos relojeros– que también añoraba tanto visitar, para disfrutar en los momentos de descanso, por ejemplo, de la «vieille ville» (retratada en el cuadro de mi foto).
En esta tempranera edición del año, aprovechamos a incluir algunos acontecimientos relevantes del 2022, como fue, por ejemplo, la colaboración entre Omega y Swatch para crear el Bioceramic MoonSwatch, siguiendo una tendencia que une marcas urbanas con marcas de lujo dando como resultado colecciones osadas.
Otro hecho importante fueron los 60 años del Rado DiaStar Original y el lanzamiento de un reloj conmemorativo creado por el diseñador suizo-argentino Alfredo Häberli, que tuve el enorme placer de tenerlo en mis manos durante mi visita a Lengnau. Si hablamos de festejos, también debemos mencionar los 190 años de Longines y la serie de tres relojes integrados en The Longines Master Collection para celebrar su aniversario.
En esta edición de ASTER podrán apreciar todos los ganadores del Grand Prix d’Horlogerie de Genève 2022.
Les sugerimos también, como nota destacada, conocer los Mentores y Discípulos de la Iniciativa Artística Rolex edición 2023-2024, donde se refleja la capacidad de Rolex de sorprendernos, incluso más allá de su excelencia relojera, desde su labor filantrópica.