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Cartier y sus oficios artísticos

Publicado por Aster en Noticias    7 de julio de 2022   

Crash de Rayas – Métamorphoses

E n Cartier, el tiempo se extiende, polimorfo. Hacer del tiempo un territorio donde reina la libertad y explorarlo con el fin de revelar nuevas facetas, esta es la visión de Cartier, que renueva el vocabulario de todos sus oficios, incluso el de los oficios artísticos.
El Reloj Crash de Rayas – Métamorphoses
Para Cartier, el tiempo es un juego. Un territorio de creatividad sin límites que le permite explorar su paleta de savoir-faire y sus estudios sobre la forma, para enriquecer con curiosidad y mentalidad abierta su propia gramática estilística. Creado en 1967 en pleno corazón del Swinging London, el reloj Cartier Crash captura la increíble energía de la ciudad en aquella época. Con su esfera asimétrica, revolucionó los códigos estéticos de la relojería. Sistemáticamente disponible en ediciones confidenciales, ostenta el privilegio de la singularidad. Este año, los artesanos de la Maison des Métiers d’Art exploran el potencial de su esfera, convirtiéndola en el medio de expresión de los oficios artísticos de Cartier. El desafío creativo era ambicioso: hacía falta repartir el volumen de este reloj singular para aprovechar el carácter orgánico y agitado de sus líneas, así como evocar una presencia animal. Una presencia abstracta, sugerente, una evocación inspirada en la fauna africana, apreciada por Cartier. El resultado es tan rico que inspira múltiples interpretaciones: tigre, cocodrilo, agua o concha... ¿No es acaso también una metamorfosis en la que los diamantes parecen invadir progresivamente todo el reloj, dejando al desnudo el metal precioso en una parte del bisel? Cartier nos ofrece esta libertad de lectura plena a través del arte de la joyería, junto con el del esmalte impulsado hasta el más alto nivel, y también la elección del azul y del verde, combinación de colores icónicos de Cartier. Para dar vida a este reloj, los artesanos han recurrido a numerosas técnicas de esmaltado, a menudo inéditas. 

Ronde Louis Cartier Zèbre-Girafe granulado de oro y marquetería

El esmalte se adapta en función de las necesidades: a veces opaco, a veces translúcido o en degradado, pero también trabajado sobre una placa de plata y sobre grabado. Todos los efectos están permitidos, la maestría es total. Sobre el bisel, las rayas se crean mediante esmalte excavado. Tanto para el contraste como para el brillo, las rayas se separan mediante líneas de diamantes engastados. Además, la corona de cuerda está engastada con un diamante con pabellón invertido, firma del joyero. La esfera sintetiza los oficios artísticos empleados para este reloj: grabado del metal, esmaltado y engaste. Los motivos de escamas o de rayas, en un primer lugar grabados, se esmaltan sobre una placa de plata. Para estos tonos de azul y de verde, la esmaltadora realiza un degradado a partir de óxido de cobalto (para el azul) y de óxido de cobre (para el verde). El esmalte de esta pieza necesita más de 10 pases en el horno entre 700° C y 750° C, dependiendo del color deseado. Primero, se trabajan las capas inferiores. A continuación, los esmaltes visibles en la supeficie. Manipulaciones orquestadas según las temperaturas de cocción, que van desde la más elevada hasta la más baja: el azul marino en primer lugar, luego el turquesa y, finalmente, el verde translúcido. Un reloj que está disponible en edición numerada y limitada a 50 piezas. 

Ronde Louis Cartier Fragmentos de oro esmalte y placas de oro

El Bestiario de Cartier
Los artesanos de Cartier se han inspirado en el bestiario de Cartier, más concretamente en los grandes animales de África: la pantera, felino emblemático de la Maison desde 1914, la jirafa y la cebra. Animales poderosos y majestuosos que prestan el temperamento de su perfil a los artesanos esmaltadores y joyeros. Tres relojes que conjugan el savoir-faire de los oficios artísticos de Cartier y el doble enfoque de la fauna propia de Cartier: uno figurativo, otro abstracto.
Ronde Louis Cartier Zèbre-Girafe granulado de oro y marquetería
Un reloj ambivalente cuya esfera se encuentra dividida en dos mitades, una con un perfill extremadamente realista en negro y blanco de una cebra y otra con un motivo abstracto que evoca, a través de las manchas de su pelaje, una jirafa. Cebra y jirafa: una asociación inédita que permite la confluencia de dos universos cromáticos (el negro y el blanco, los matices de rosas), de dos visiones (la figurativa y la abstracta) y de dos oficios (la marquetería y el granulado). En un primer momento, la marquetería dibuja, de la forma más realista posible, el perfil de una cebra utilizando nácar y ónix. A continuación, el granulado de oro. Por primera vez, los artesanos han utilizado un degradado de oro rosa y oro amarillo, que reproduce de manera abstracta el pelaje salpicado de manchas de la jirafa. Una alquimia dominada por completo que compone, a partir de seis aleaciones de oro, una paleta excepcional de matices que van desde el oro rosa hasta el oro amarillo. Siete diamantes con engaste cerrado iluminan esta estructura joyera en forma de rejilla. El bisel condensa a su vez varios savoir-faire: la selección y el engaste de diamantes, zafiros y granates talla brillante, la laca negra del pelaje de la cebra y la corona engastada con un diamante con pabellón invertido. Más de 95 horas de trabajo y 7 oficios han sido necesarios para la creación de este reloj, disponible en una edición numerada y limitada de 30 piezas. 

Ronde Louis Cartier destellos de Panthère Marquetería

Ronde Louis Cartier Fragmentos de oro esmalte y placas de oro
Emerge vívidamente en trazos de fuego y llamas sobre un fondo negro. La pantera, la musa eterna de Cartier, cuyos artesanos de la Maison des Métiers d’Art exploran sin descanso su potencial creativo. El perfil del animal está elaborado sobre una lámina de oro de apenas unas micras de grosor. A continuación, éste se coloca entre múltiples capas de esmalte negro y translúcido, que vitrifican al cocer. Toques de esmalte rosa translúcido dan calidez y armonía al motivo. El fondo negro intensifica el diseño a través del contraste. Mediante polvo de oro se realizan ínfimas modulaciones de los colores y las formas. La creación de esta esfera requiere entre doce y quince pases en el horno a una temperatura de unos 800º C, dependiendo de la reacción de los esmaltes. Cada pase en el horno supone un gran riesgo para la pieza completa. Más de 46 horas de trabajo han sido necesarias para esmaltar este reloj, disponible en una edición numerada y limitada de 30 piezas.
Ronde Louis Cartier destellos de Panthère Marquetería
La pantera emblemática de la Maison, cuya cabeza se vislumbra entre las sombras y las luces, en una multitud de destellos de colores, está ahí observándonos. Este efecto de fragmentación del motivo ha permitido a los artesanos de Cartier darle al animal una expresión más masculina y gráfica como nunca antes. Para que esta composición gráfica haga vibrar la luz, ha hecho falta darle forma a una rejilla de oro, una red geométrica que presenta un trabajo de marquetería con más de 120 minúsculos elementos. Una parte de esta rejilla cuenta con revestimiento de color negro intenso que acentúa la impresión de claroscuro. El color azul vibrante se obtiene gracias a una capa pigmentada dispuesta sobre este fondo trabajado. Mediante transparencias, el material cobra vida y el color se intensifica, resaltando las tonalidades cálidas de la marquetería. Dos diamantes talla pera con engaste cerrado dibujan los ojos y dan vida a la mirada. 124 elementos componen esta marquetería: 16 briznas de paja, 8 componentes de madera, 2 elementos de oro amarillo y 34 de oro blanco, 16 fragmentos de cristal de zafiro y 48 de nácar. Un juego de una abrumadora precisión, que ha necesitado que cada elemento sea integrado uno a uno durante un trabajo de marquetería de 44 horas. En cada reloj han intervenido más de 10 oficios. Un reloj que está disponible en una edición numerada y limitada de 30 piezas. 

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