Louis Moinet SpaceWalker, excepcional creación dedicada a Alexei Leonov.
E s ante todo una historia humana, y como una de las más bellas, una historia de humildad. La de Alexei Leonov, el cosmonauta ruso de 83 años, quien el 18 de marzo de 1965 se convirtió en el primer hombre en el mundo en realizar una caminata espacial. Puede que no sea el más conocido de los viajeros espaciales pero fue un precursor indispensable. Por otra parte, se trata también de la humildad de Louis Moinet: el hombre ahora reconocido oficialmente como el inventor del cronógrafo, autor de una de las obras más fundamentales en relojería, su Traité dHorlogerie de 1848, y que, sin embargo, permaneció prácticamente desconocido por casi dos siglos.
Louis Moinet Skylink, celebración a la misión Apollo-Soyuz.
Louis Moinet SpaceWalker
Los destinos del astrónomo Moinet y el cosmonauta Leonov se han reunido en «SpaceWalker», una excepcional creación contemporánea dedicada a Alexei Leonov, un hombre que no solo fue el primero en caminar libremente en el espacio sino también el protagonista de uno de los gestos más simbólicos en toda la historia: un apretón de manos interestelar con su homólogo de la NASA en 1975, en el apogeo de la Guerra Fría, lo que condujo a un acercamiento inesperado. El reloj presenta un tourbillon de gran tamaño a las 12, que representa la nave espacial de Alexei Leonov en su misión «Voskhod 2». Un diamante gira alrededor del tourbillon, representando al propio Alexei Leonov, flotando en el espacio fuera de su nave espacial. La decisión de usar un diamante no fue al azar: diamante se dice «almaz» en ruso, «Almaz-2» fue el nombre clave de Leonov durante la misión (su compañero era conocido como «Almaz-1»). El cuadro no estaría completo sin la evocación de la profundidad del Cosmos, representada por un fondo en aventurina, que se convierte en transparente cuando se expone a la luz.
Oksana Leonova, la hija de Alexei Leonov junto a Jean-Marie Schaller, gran creador de Les Ateliers Louis Moinet.
El cuadrante del SpaceWalker es una creación inédita de Louis Moinet. Es una composición gráfica exclusiva, que representa una vista artística del cielo estrellado en el que Leonov se desplazó libremente durante 12 minutos y 9 segundos el 18 de marzo de 1965. También se ve una nebulosa: una colección de polvo y gases interestelares cuyos colores excepcionales ofrecen un lienzo único para el SpaceWalker. Esta obra de arte celestial es un guiño a otra pasión de estos dos pioneros Alexei Leonov y Louis Moinet: la pintura. A las 6, la pieza indica las horas y los minutos gracias a las características agujas «gota de rocío» de Louis Moinet, extendiéndose a través de una esfera de zafiro que deja entrever la mecánica del movimiento de Alta Relojería. Para celebrar esos 12 minutos de libertad en el espacio, Louis Moinet ha editado dos ediciones limitadas, cada una compuesta por 12 relojes grabados en oro rosa o blanco, junto con otras dos ediciones limitadas que comprenden 18 piezas no grabadas, también en oro blanco o rosa.
Skylink: celebración a la misión Apollo-Soyuz
Louis Moinet desvela una segunda pieza que relata la otra gran aventura del astronauta ruso llevada a cabo en 1975: Apollo-Soyuz. Se trata de la primer misión espacial común entre la Unión Soviética y los Estados Unidos de América. Soyuz 19 partió del Cosmódromo de Baïkonour, Apollo del Cabo Cañaveral en Florida, ambos se reunían para la primera cita espacial, abriendo un nuevo mundo de paz y de cooperación para la humanidad. Un reloj que recuerda el vínculo que silenciosamente se forjó entre dos hombres, cada uno representando a sus naciones, en las profundidades del espacio. La esfera de Skylink representa esta inmensidad cósmica. Los marcadores de hora tridimensionales elevados que se extienden a lo largo de este cuadrante le dan a la pieza una verdadera sensación de profundidad. El contraste de color se acentúa con cada índice recubierto de laca. Los segundos están marcados en su contador de las 9. Cambios sutiles de tonalidad, desde el azul oscuro hasta el violeta, se pueden ver a medida que la luz penetra. A las 3 hay una característica especial y exclusiva de Skylink: una micro cápsula que contiene, por toda la eternidad, un fragmento de lámina de Kapton, la tela de poliamida que protegía al Apolo a su regreso a la Tierra el 24 de julio de 1975, junto con fibras del traje espacial ruso Sokol-K, usado por primera vez en 1973 a bordo del Soyuz 12, el mismo modelo que todavía está en uso hoy en día. La serie muy limitada, presentada en una correa azul oscura o negra, está compuesta de 19 relojes de oro blanco, 19 de oro rosa y 75 de acero, en homenaje a 1975, el año en el que se llevó a cabo la misión Apollo-Soyuz. Cada pieza reproduce sobre su esfera la auténtica firma de Alexei Leonov.